Trasplantando un árbol



      Con este artículo solo intentamos una aproximación al trasplante. Si tiene un bonsái que necesite un trasplante, lo mejor es que te acerques aún buen Club de Bonsái y ellos te enseñarán a hacerlo.


Figura 1.

      1 Esta pyracantha fue creada hace cinco o seis años a partir de esquejes. Se transplanta aproximadamente cada dos años, siempre antes de que crezcan los brotes nuevos. La maceta fue elegida grande por el tamaño del esqueje y para permitir un buen crecimiento de las raíces. Ahora la transplantaremos a una maceta decorativa.



Figura 2.

     2 Sáquelo de la maceta. Utilice una brocheta de bambú o algo similar para desenredar las raíces y quitar la tierra sobrante.



Figura 3.

     3 Córtele un poco más de las dos terceras partes de raíces. Córtele las raíces que surgen hacia arriba y las gruesas que crecen hacia abajo, para darle el aspecto de un árbol firmemente anclado en el suelo. Deje las raíces menudas, con un tamaño similar. Tras repetidos trasplantes a lo largo de los años la base del árbol se expandirá y creará una impresión de fuerza y estabilidad.



Figura 4.

     4 Elija una maceta decorativa con un aspecto de equilibrio visual entre el tamaño, el color y la forma. Doble un alambre como se muestra en el dibujo y pásela a través de un trozo de tela metálica utilizada en horticultura para el drenaje. La tela metálica evitará que se escape la tierra. Inserte ambos extremos del alambre a través del agujero de la maceta, únalos en la parte de fuera para asegurar el alambre y después deslice la tela metálica hasta cubrir el agujero.



Figura 5.

     5 Asegure la tela metálica y corte el exceso de alambre.



Figura 6.

     6 Usted necesitará más alambre para asegurar el árbol. Páselo a través del agujero, desde abajo.



Figura 7.

     7 Coloque la akadama o el sustrato que haya decidido en la maceta, como una cuarta parte. Elija una tierra porosa y que retenga la humedad. En Japón, los cultivadores de bonsáis con frecuencia utilizan tierra ligeramente ácida, compuesta principalmente de ceniza volcánica hecha gránulos.



Figura 8.

     8 Emplace el árbol en la maceta, examínela desde el ángulo en que será vista y después oriéntela. Colóquela de tal forma que la base del tronco esté ligeramente más alta que el borde de la maceta. Ate el árbol con alambre para estabilizarlo; quite el exceso de alambre y doble los extremos para proteger los dedos.



Figura 9.

     9 Tome tierra sobrante del paso 7, críbela con tela metálica y mezcle la parte más fina con arena de río, siete partes de tierra por cada tres partes de arena. Llene más o menos las cuatro quintas partes de la maceta. Añada más tierra, mientras utiliza las pinzas para horadar la tierra y liberar aire de entre las raíces. Una vez terminado, se debe aplastar la superficie de la tierra para que quede por debajo del borde.



Figura 10.

     10 Riéguelo abundantemente. En el caso de que la maceta sea pequeña, puede empapar tierra en un poco de agua. Corte pedazos de musgo y utilice las pinzas para plantarlo. Deje tierra en el tronco, para permitir que el sol incida en la base y de la impresión de que el árbol está firmemente anclado. Aplástela ligeramente con los dedos.



Figura 11.

     11 Bonsái listo para su primera exhibición. Maceta: altura, 3 cm.; diámetro: 7,5 cm. Tamaño de la pyracantha exhibida: altura, 11 cm.; anchura máxima, 17 cm.



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